Desde que no escribo todo va mucho mejor. Los pensamientos no se agolpan por salir de mi cabeza, no se mueven, no existen, desaparecen.
Qué suerte tienes. El día que vuelva a escribir volverán tus problemas. Volverán mis reflexiones.
Seguidores
domingo, 17 de noviembre de 2013
martes, 15 de octubre de 2013
sábado, 7 de septiembre de 2013
La distancia es insoportable cuando se lleva por dentro. Cuando por dentro sólo hay aire y amor, la cosa cambia.
Aire porque no pesa.
Amor porque sólo pesa cuando me acaricias. Y es que pesa tanto que me baja de la cabeza al pecho, y no respiro. Del pecho se contrae al estómago, y no vivo. Y del estómago a los pies, igual que se me cae el alma cuando desaparece tu sombra.
Y la distancia entre tu mundo y el mío sí que desaparece cuando me quemas la piel de tanto acariciarla, cuando me desgastas la saliva, o cuando te quedas cinco minutos más.
Ya sabes que de ti sólo espero que me regales tus madrugadas en ruinas, que quieras ver pelis románticas los domingos, que me eches de menos cuando no estoy, y que no me olvides cuando te hayas ido. O cuando me eches. O cuando me vaya.
Menos mal que nunca he sabido hacer las cosas bien.
Menos mal que entraste cuando me estaba encerrando en mí.
Menos mal que no estoy delante cuando te preguntan sobre mí, así que ojalá te brillen los ojos y se te acelere el pulso, y ojalá nunca dejes de llamarme amor.
Y sólo cuando llevas alejado de la cordura tanto tiempo, te curas. Y te das cuenta.
Ningún tiempo pasado fue mejor.
Aire porque no pesa.
Amor porque sólo pesa cuando me acaricias. Y es que pesa tanto que me baja de la cabeza al pecho, y no respiro. Del pecho se contrae al estómago, y no vivo. Y del estómago a los pies, igual que se me cae el alma cuando desaparece tu sombra.
Y la distancia entre tu mundo y el mío sí que desaparece cuando me quemas la piel de tanto acariciarla, cuando me desgastas la saliva, o cuando te quedas cinco minutos más.
Ya sabes que de ti sólo espero que me regales tus madrugadas en ruinas, que quieras ver pelis románticas los domingos, que me eches de menos cuando no estoy, y que no me olvides cuando te hayas ido. O cuando me eches. O cuando me vaya.
Menos mal que nunca he sabido hacer las cosas bien.
Menos mal que entraste cuando me estaba encerrando en mí.
Menos mal que no estoy delante cuando te preguntan sobre mí, así que ojalá te brillen los ojos y se te acelere el pulso, y ojalá nunca dejes de llamarme amor.
Y sólo cuando llevas alejado de la cordura tanto tiempo, te curas. Y te das cuenta.
Ningún tiempo pasado fue mejor.
lunes, 15 de julio de 2013
si quieres, bailamos
Recuerdo que se nos hizo tarde, y que no llegaste a tiempo. O que no llegaste. Que no llegaste a quererme como decías, ni a mimarme como susurrabas. Recuerdo las yemas de tus dedos recorrer mi pelo, recuerdo que te gustaba mi olor, recuerdo que sonreíste, me miraste mientras me hacía la dormida y me dijiste era lo mejor que te había pasado en la vida.
Y aún así prefiero olvidar nuestro pasado. Prefiero nuestra cama bien hecha y tus ojos vacíos.
Ojalá nunca hubieses vaciado tu mente ni acariciado mi espalda.
Ojalá no prefiriese decir que ambos sabíamos que ni yo estaba dormida, ni tu boca sonreía y que tus oídos realmente ni se escuchaban.
Y aún así prefiero olvidar nuestro pasado. Prefiero nuestra cama bien hecha y tus ojos vacíos.
Ojalá nunca hubieses vaciado tu mente ni acariciado mi espalda.
Ojalá no prefiriese decir que ambos sabíamos que ni yo estaba dormida, ni tu boca sonreía y que tus oídos realmente ni se escuchaban.
domingo, 7 de julio de 2013
.
Se sorprendió a sí misma pensando en cómo una simple sonrisa podía iluminar una habitación oscura, o una calle oscura, o un alma oscura. Se soprendió pensando que el amor y la luna se comportan de igual modo, si no crecen, menguan. Se sorprendió porque no era cierto eso de que se estuviera muriendo de amor, era el amor el que se estaba muriendo entre ellos. Y es que el amor y el sufrimiento son a veces la misma cosa.
Se soprendió porque nunca echaría de menos quemarse con el café mientras desayunaban, porque qué tontería, el jamás habría preparado café.
Se sorprendió por cómo se puede querer a alguien que aún no existe.
Y se soprendió porque la pequeña sonrisa, futura razón de su existencia, que tendría que esperar nueve meses, se extendía delante de ella, sólo que unos centímetros más arriba, y con la palabra muérdeme entre los dientes.
Se soprendió porque nunca echaría de menos quemarse con el café mientras desayunaban, porque qué tontería, el jamás habría preparado café.
Se sorprendió por cómo se puede querer a alguien que aún no existe.
Y se soprendió porque la pequeña sonrisa, futura razón de su existencia, que tendría que esperar nueve meses, se extendía delante de ella, sólo que unos centímetros más arriba, y con la palabra muérdeme entre los dientes.
viernes, 21 de junio de 2013
¿Por qué será que Becquer nos hace un poquito más felices a todos?
Y qué más da que me rompa un poquito más. Si cuando te hablo
tus ojos ya no están conmigo.
Muchas veces ni tus ojos ni lo que hay detrás de ellos, pero
qué quieres que te diga. Yo tampoco estaría. Y a veces, sólo estoy deseando que
llegue la hora de que me grites, no para discutir, ni para hacerte enfadar,
sino para comprobar que sigues aquí, conmigo. Para comprobar que sigues vivo y
que detrás de cada vete, hay un quédate conmigo.
Y aun así, ya volverán tus ojos como las golondrinas vuelven
a sus balcones, ya me llamarás como ellas llaman con sus alas. Me gustaría
decirte que no, pero sabes perfectamente y mejor que nadie, que cuando tus ojos
vuelvan yo seguiré aquí, sin moverme un solo milímetro. Casi como cuando tu
boca me recorre de arriba abajo. Aunque pueda y quiera, no soy capaz de
ejercitar un solo músculo.
Y será eso de que clavas tu pupila en mi pupila, y de que
cuando no lo haces no hay mirada vacía que valga. Será eso de que te conozco, y
que sé que esos ojitos sonrientes y brillantes volverán.
domingo, 9 de junio de 2013
Así es como se rompe lo irrompible. Haciéndolo creer que es frágil.
Serán esas pequeñas manías tuyas de aferrarte a lo roto y
estropeado. De querer rescatarme. Pero a mí quién me va a rescatar y de qué.
¿De los centímetros que me faltan y de los kilos que me sobran?
Y así se resumen los cinco meses de mi vida en los que
empecé a sentir cosas bonitas y feas por una misma persona. Y aún así las
bonitas no podían dejar de ser las mejores.
Se resumen tus gritos pidiendo un salvavidas y yo sin querer
lanzártelo, o sin saber hacerlo, ya no sé. Siento haber llegado sin solución y
sin querer solucionarme con nadie, o sin saber hacerlo, no sé. Siento que te haya engañado mi cara bonita. O
fea, tampoco lo sé. Siento haber sentido, y que tú sientas haber y haberte
perdido.
Y así nos quedamos. Yo esperando a decir ven, sabiendo que
vendrías, pero sin decirlo. Tú esperando oírlo, sabiendo que jamás lo diría. Y
aquella noche te encontraste entre todo tu humo. Y bailaste en mi memoria, y yo
desaparecí de la tuya. Y deseaste no
haber existido. O no haberme conocido, quién sabe.
Y así se resume un poquito nuestra etapa, en la que a veces
éramos nosotros, y de vez en cuando, sólo éramos tú y yo.
sábado, 1 de junio de 2013
"Hablando de necesidades, ¿tú que tal?" sc-
Ojalá te enamores y sepas lo que se siente cuando el cielo te besa, tener la piel constantemente de gallina, perderte en el universo que se extiende a través de sus pestañas y de su voz, y desear vivir mil años, sólo para quererle cada día un poquito más. Ojalá llores cada día que no le ves, el café te sepa amargo y los cigarrillos se consuman más deprisa, porque no tienes unos labios que te entretengan entre calada y calada.
Ojalá te pregunten el por qué de tus ojeras, si tu sonrisa es inmensamente feliz, te señalen cuando sonrías a otro cualquiera, y te critiquen si dejas que él te grite. Ojalá sonrías cuando te pida perdón, ojalá os imagines cogidos de la mano y con un anillo en el anular, abrazando a un niño que le llama papá y despertándote en una cama más grande, pero con quien quieres compartirla.
Ojalá te enamores chica, porque va a ser lo peor que te pase en mucho tiempo. Aunque sea de la persona deseada, la más querida, y seguramente sea mejor incluso que lo que sueñas.
Ojalá te pregunten el por qué de tus ojeras, si tu sonrisa es inmensamente feliz, te señalen cuando sonrías a otro cualquiera, y te critiquen si dejas que él te grite. Ojalá sonrías cuando te pida perdón, ojalá os imagines cogidos de la mano y con un anillo en el anular, abrazando a un niño que le llama papá y despertándote en una cama más grande, pero con quien quieres compartirla.
Ojalá te enamores chica, porque va a ser lo peor que te pase en mucho tiempo. Aunque sea de la persona deseada, la más querida, y seguramente sea mejor incluso que lo que sueñas.
jueves, 30 de mayo de 2013
Estoy segura de muy pocas cosas en mi vida. Estoy segura de
que siempre habrá alguien que haga todo mejor que yo, que las cosas siempre son
lo que parecen, y que después de acabarte una copa, siempre vas a por otra.
Estoy segura de que me arrepentiría una vez al mes si desaparece
mi luna, pero también de que sin luz no hay vida, y de que no existe una vida
sin mi sol.
Estoy segura de que mis planes para mañana son meter tripa, mamá, y que te brillen los ojos y que sea de felicidad.
Estoy segura de que nunca me ha gustado que me mire el
espejo, siempre me ha pedido más y nunca he sabido dárselo.
Estoy segura de que arde Troya cada vez que le veo.
Estoy segura de quién dejará flores blancas en mi tumba, y
de quién las dejará rojas.
Estoy segura de cosas que han pasado, y de cosas que aún
están por suceder.
Estoy segura, de que siempre lo estaré de todo, a excepción,
claramente, de mí misma. Pero claro, quién iba a estar segura de eso.
domingo, 19 de mayo de 2013
Que no queden restos de mi cuello cuando te hayas ido.
No quiero formar parte de tu nube, nunca lo he querido.
Siempre has sido todo lo que he odiado aunque por momentos fueras lo que más he
querido. Que contigo sólo he aprendido dos cosas, que me haces perder el
tiempo, y que soy más feliz cuando lo hago. Que seguramente vendería tu alma al
diablo, que te odio, que no he conocido persona más arrogante que tú, que no te
perdonaré las veces que me has hecho llorar, que el tiempo que he perdido
ausente y vacía por tu culpa no va a volver, que puedes quedarte en el
infierno, pero por favor, te lo suplico, deja que tu sonrisa se quede conmigo.
Que te cambiaría por medio amanecer, pero luego me daría miedo vivir en
penumbra. Que preferiría tenerte lejos, y luego recorrería lo que hiciera falta
para encontrarte.
Que no es que seas una droga, ni mucho menos. Eres peor.
A nadie se le ocurriría separarse de algo que lleva en vena,
sea sangre, sea droga o seas tú.
lunes, 29 de abril de 2013
que si no ardo es porque ha vuelto el invierno
Explícame por qué tus manos ya no encajan en mis caderas
como antes, por qué tus brazos me rodean cada vez menos, por qué tus besos
saben distinto, y por qué tus ojos no me buscan todas las mañanas.
Explícame por qué cada día que pasa te odio más, te conozco
menos y te sigue importando igual.
Explícame, a pesar de todo eso, por qué mi cintura anhela
tus dedos, mi pelo tus caricias, mis ojos las ojeras, mis ‘te quieros’ tus ‘yo
más’, mi sonrisa la tuya y por qué cojones mis mariposas, ahora, se han
convertido en elefantes.
sábado, 27 de abril de 2013
¿para qué iba a dormir con la ventana abierta, si nadie vendría del país de nunca jamás a buscarla?
Un buen día el sol salió, la luna se quedó dormida, y
absolutamente a nadie se le ocurrió pensar: ahí hay una chica perdida, vamos a
encontrarla.
Ella lloró más fuerte, subieron el volumen de la televisión
de la habitación de al lado. Un brindis por volver a comer, dijo en alto, y
otro por no hacerlo, susurró a sus adentros.
Gracias porque nadie le recordó que siempre habría alguien
esperándola. Gracias a ese alguien que no pensó que había una chica perdida, y
sobre todo gracias por no encontrarla.
domingo, 14 de abril de 2013
Tal vez no te quise la primera vez que te vi, pero sí la segunda.
Por ti y por mí, por tus ojos y los míos formando lineas rectas, por tu música y mi baile, por tus decisiones y las mías, por tus besos y mi cuello, por tus sonrisas y mis escalofríos, por tu aliento y mi boca, por tus dedos en los míos, por tus abrazos y mis segundos interminables, por tus zapatillas nuevas y mi velo blanco, por tu rodilla en el suelo y mi anillo en el dedo, por las mil lunas que nos quedan.
Por llegar al 99 de 100.
Por ti y por mí, por tus ojos y los míos formando lineas rectas, por tu música y mi baile, por tus decisiones y las mías, por tus besos y mi cuello, por tus sonrisas y mis escalofríos, por tu aliento y mi boca, por tus dedos en los míos, por tus abrazos y mis segundos interminables, por tus zapatillas nuevas y mi velo blanco, por tu rodilla en el suelo y mi anillo en el dedo, por las mil lunas que nos quedan.
Por llegar al 99 de 100.
domingo, 7 de abril de 2013
por cien años más
Creo que jamás sabrá todo lo que significa para mí, y me ofende, que en algún momento de su insignificante vida, haya podido
pensar, que tenía intención alguna de alejarme de ella. ¿Acaso chola se aleja
de cholo? ¿Acaso Lilo se aleja de Stitch? ¿Acaso er purpi se aleja del penguin?
Felicidades bolita, que cumplas muchos más, conmigo.
jueves, 28 de marzo de 2013
10
Él la mira, ella sonríe. Como todo, esto empieza poco a
poco, pasan los días, pasan los meses, pasan los besos, pasan los enfados y
hasta pasan las razones para seguir pensando con cordura.
Pasan los segundos en silencio, pasa un coche que rompe la
monotonía.
-¿Si me tumbo ahora mismo en la carretera, acabaré muy
manchado? Preguntó él con verdadera curiosidad.
-Probablemente, es una idea un tanto estúpida. Respondió
ella con una sonrisa.
Dos firmes brazos rodearon una cintura y levantaron todo su
peso durante apenas unos segundos, mientras el frío intentaba pasar entre un
inocente beso y un te quiero.
Sólo necesito que me recuerdes de vez en cuando, que las
decisiones ya han empezado a darme igual, que entre tus manos no existen las
preocupaciones y que a veces las niñas buenas y pequeñas pueden enamorarse.
Gracias por confiar en mí, aunque ni yo misma lo haga
viernes, 22 de marzo de 2013
mi mundo empieza donde lo hacen tus pestañas
No dejes el peso de una decisión sobre mis hombros cielo,
sabes que no podré sujetarla.
Tampoco quiero que esté sobre los tuyos, porque se caerá,
quiero que la tires, que te des la vuelta y que olvides que está ahí.
Tomar decisiones sólo
sirve para cerrar puertas con pestillo, candado y ahogarse en uno mismo.
Lo único que sé tomar es de la mano, para no olvidarme de qué
se siente cuando tu piel está cerca. Que claves tu ojos en los míos para recordar
qué mundo se me aparece a menos de medio metro y unos cuantos centímetros más
arriba. Que de tu voz no salga lo que no quiero oir, no necesito que retumben
tus palabras en mi cabeza si con tus caricias me basta.
Que si no recuerdo lo que llevabas ayer, es porque estaba
más pendiente de perderme cerca de ti y no de tus ridículas necesidades de
humano rebelde.
Que si no sé sujetar decisiones es porque lo único que
recuerdo es que una vez lloré y maldije,
y que aquella noche envejecí.
lunes, 11 de marzo de 2013
down by the water
Me siento de todo menos segura, y esa es la única
estabilidad que puedo darte.
Siento no colgar de ninguna cuerda floja, porque nada ha
sido capaz de sujetarme, siento que quisieras rellenar un calendario y apenas
hayas conseguido dos lunas llenas; ¿prefieres que el cielo se oscurezca diez
meses o ver la luna una vez más? Quizá la luna se ha apagado y prefiere aullar.
Quizá si no quiero salir de mi cuarto ni de mi mente es para no enfrentarme a
nada, y tener que hacerlo siempre igual, sin cambios, sin imprevistos. Quizá es
porque me resulte imposible complacer a otra persona cuando ni siquiera aguanto
la mía. Quizá no quiero que nada ni
nadie venga a buscarme a dondequiera que yo esté. Lo único que sé con certeza,
es que seguiré contando historias alrededor de tu cuello y estrellas de cada
cielo bajo el que nos encontremos, hasta que me des los buenos días, hasta que el
lobo encuentre manada, o hasta nunca.
Tú no decides, pero yo tampoco.
miércoles, 27 de febrero de 2013
al menos hazme volar
Perdona si aún no te he dicho, que eres la cosa mas bonita que pasa por mi mente ultimamente, perdona si no me río de tus chistes, pero me hacen más gracias las zorras que te cogen de la mano.
Perdona si aún no te he avisado, pero si ahora no me salvas tú, no me salva nadie.
Seré tu cruz el tiempo que quieras quedarte en mi piel, porque a mis huesos no llegas.
Que mientras a ti te bajan cien del corazón a la entrepierna, a mí se me suben a la cabeza mil maneras de pensarte, que estoy llena de tus miradas pero más vacía que lo que guardas bajo el pecho.
Que con tu permiso o sin él, tengo más ilusiones que sueños, y más sueño que el propio insomnio.
Una para mí y dos para ti, si es así como va el juego no sé si jugar, o me arriesgo o pierdo en todo en lo que apuesto.
Una niña, con pensamiento de niña, con problemas de niña y soluciones de niña, ¿qué venías buscando?
No espero que lo entiendas, ni que confíes más en mi, sólo dime que me odias, porque quererme ya esta muy visto.
jueves, 14 de febrero de 2013
not with haste
domingo, 27 de enero de 2013
my whole moon
Aquella mañana ganamos hasta al sol, no supo correr más deprisa que nosotros.
Aún guardo el calor debajo de las sábanas y el sudor en mi piel. Aún conservo las caricias y los suspiros y cada noche los revivo en mi cabeza, como si nunca se hubieran extinguido.
Sigue siendo un frío y duro invierno, los pájaros no cantan por las mañanas y el sol no se despide por las noches, pero me sonríes y lo prefiero mil veces más, que no cambio un segundo a tu lado por nada.
Las lágrimas no cesan y los problemas persisten, pero tu presencia es suficiente para interrumpir mis pensamientos a lo largo de todo el día.
Odio no controlar absolutamente nada de lo que pasa por mi cuerpo, pero aún así te lo agradezco.
Gracias por aguantar lo inaguantable, a mí, a mis tonterías y a mis absurdas preocupaciones.
Gracias por dejarte querer y recordarme que tú también lo haces. Gracias por mirarme con los mismos ojos todos los días. Pero sobre todo gracias por no morderte los labios, que de eso si no te importa, ya me encargo yo.
Aún guardo el calor debajo de las sábanas y el sudor en mi piel. Aún conservo las caricias y los suspiros y cada noche los revivo en mi cabeza, como si nunca se hubieran extinguido.
Sigue siendo un frío y duro invierno, los pájaros no cantan por las mañanas y el sol no se despide por las noches, pero me sonríes y lo prefiero mil veces más, que no cambio un segundo a tu lado por nada.
Las lágrimas no cesan y los problemas persisten, pero tu presencia es suficiente para interrumpir mis pensamientos a lo largo de todo el día.
Odio no controlar absolutamente nada de lo que pasa por mi cuerpo, pero aún así te lo agradezco.
Gracias por aguantar lo inaguantable, a mí, a mis tonterías y a mis absurdas preocupaciones.
Gracias por dejarte querer y recordarme que tú también lo haces. Gracias por mirarme con los mismos ojos todos los días. Pero sobre todo gracias por no morderte los labios, que de eso si no te importa, ya me encargo yo.
lunes, 7 de enero de 2013
sin humo de ti
Si no escribo no es porque todo vaya bien, es porque nada va mal.
Puede que tenga mil pensamientos rondándome la cabeza, pero a las dos de la mañana, cuando mis ojos se cansan y el sueño me llama, resalta uno.
No es que todo vaya bien, es que nada va lo suficientemente mal. No es que no la cague y haga cosas de las que luego me arrepiento profundamente, no es que no me digan palabras que preferiría no haber escuchado y olvidado los labios de quien salieron.
No es que no tenga ganas de levantarme porque tengo que aguantar un día más, escuchando más quejas exteriores que interiores, afrontando más cosas de las que me gustaría y siendo impotente una vez más.
No es que no tenga ganas de saludarte, es que luego no sabré como empezar a despedirte. No es que no quiera estar cerca de ti, es que no tendré voluntad para alejarme después.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)